La página Miríada^X, en colaboración con la Universidad Europea, está impartiendo un curso de diseño, organización y evaluación de videojuegos y gamificación. Se trata de un curso de 6 semanas (que ya ha empezado), donde se tocarán durante 7 módulos (6 módulos grandes y uno introductorio) aspectos generales como la historia de los videojuegos, el diseño de un juego, los roles de la industria, distribución y financiación, la crítica y evaluación del juego y, por último ya que está tan de moda, la gamificación.
Ahora que apenas dedico tiempo al noble y legendario arte de fansubear (algo sigo haciendo, pero ya no es mi prioridad), estoy aprovechando para ver anime tanto de nuevas temporadas como de temporadas atrasadas. Muchas veces hablo con mis amigos del «invierno nuclear» (tema que da de sí para reírse de mí durante muchas horas), o lo que es lo mismo, de buscar una excusa para mi diógenes digital. «Pero tío ¿cuándo vas a ver eso?», a lo que yo respondo «Cuando llegue el invierno nuclear». Dediqué casi diez años a llevar anime a los demás, así que creo que ya es hora de que ahora vea anime para mí. Y de la serie que quiero hablar hoy no es otra menos que la controvertida serie de esta temporada: KILL la KILL.
Hacía tiempo que quería escribir por aquí, en mi blog, pero entre pitos y flautas uno nunca encuentra el momento. Y aunque el porqué de esa escasez de entradas lo quiero reflejar en una futura entrada, hoy quería hablar del fenómeno al que yo he bautizado como «En tierra de nadie», misma frase que da título a esta entrada. ¿A qué me refiero con «En tierra de nadie»?
Me considero lo que se podría llamar un aficionado de la popular saga del fornido espartano de nombre Kratos, comenzada allá por el año 2005, cuando la Playstation 2. Saga que alcanzó las más altas cotas de calidad con la conclusión de la rama principal de la historia: la de los dioses del Olimpo (God of War 3). Pero como siempre en esta industria, cuando algo triunfa hay que exprimirle las tetas a la vaca hasta dejarla seca no, lo siguiente. De hecho, en esta saga en concreto, ya habíamos visto cómo Sony se llenaba los ojos del símbolo del dólar no con una, sino con dos «precuelas» para la Playstation Portable: Chain of Olympus y Ghost of Sparta.
Mi mujer Nisa Arce y yo tuvimos la suerte, el privilegio, de poder cumplir uno de nuestro sueños: irnos de viaje a Japón. Además, no nos fuimos en un momento cualquiera, no. Nos fuimos en nuestra Luna de Miel. De eso hace ya casi un año. ¡Qué rápido pasa el tiempo! Bueno, pues quería dedicar esta entrada para dar a conocer a la gente que me siga a mí (¡Pf!) el diario de viaje a Japón que se ha currado la chiquilla. Se compone de un montón de entradas en su blog, con mogollón de fotos, y de videodiarios que están colgados en mi canal de Youtube.
Como programador web, más de una vez me he visto en la tesitura de programar vistas para un MVC y tener que hacer estúpidos copia-pega a lo largo del código. CodeIgniter tiene un gestor de plantillas regular. Con el proyecto que tengo actualmente entre manos me puse a investigar bastantes frameworks y cuando me topé con Symfony encontré que utilizaba un potente gestor de plantillas: Twig.
Para el que no lo sepa, Netflix es un servicio de televisión a la carta americano. Allí mi esposa Nisa y yo ya nos hemos visto bastantes cosas. Tienen series, películas, documentales, etcétera. Es una gozada. Series como Futurama, Battlestar Galactica, películas como Super 8, las de American Pie, documentales como Jiro Dream of Sushi… El catálogo es inmenso y cada mes se suman más cosas. ¿Cuál es el problema? Que actualmente tiene restricción por países y en España no se puede contratar.
Debido a los gajes de mi nuevo puesto de trabajo, me vi en la sana obligación de leerme este librito de Bill Karwin. El título lo dice todo: Antipatrones SQL, evitando los obstáculos de la programación en base de datos. Y la verdad es que lo recomiendo encarecidamente. ¿Cuántas veces no habremos usado un tipo ENUM para referirnos a lo que en realidad debería ser una tabla aparte con cada uno de los tipos? Pues éste y muchos otros son los ejemplos de los clásicos fallos que se suelen cometer cuando uno programa en base de datos.